En el corazón de esta mesa se encuentra un elegante tablero de vidrio templado que no solo refleja abundante luz natural sino que también imparte una sensación de amplitud a su entorno. La transparencia del vidrio crea una atmósfera abierta y acogedora, haciendo de cada comida una experiencia placentera. Sin embargo, lo que realmente distingue a esta mesa de comedor es su innovadora y llamativa disposición de las patas. Tres patas, cuidadosamente colocadas en una configuración artística, sirven como base tanto de forma como de función. No sólo brindan estabilidad y soporte inquebrantables, sino que también contribuyen a la estética general de la mesa, creando una ilusión de movimiento y armonía.